Cuando cierro los ojos y me concentro puedo ver mi barrio, cuando digo "mi barrio" me refiero al lugar donde nací y viví casi 30 años, puedo ver la fachada de adobe y burda, el balcón donde me sente tantas veces a ver la ciudad, las escaleras para llegar a la acera, recuerdo en mis manos el candado que usábamos para cerrar la reja, recuerdo mi cuadra, las cuatro esquinas cercanas, las aceras y fachadas, algunos nombres de las personas que vivían allí, los cables del teléfono, los cables de la electricidad siempre con los restos de una cometa de papel que vio allí su lugar final.
Si cierro los ojos puedo caminar por las calles y recorrer lentamente los caminos que usaba para bajar al centro, me impresiona el nivel de detalle de algunos recuerdos, fueron decenas tal vez cientos de veces en las que baje caminando.
Hace décadas me fui de Manrique, hace años me fui de Medellín, y en algunas semanas me iré de Colombia, anoche mientras intentaba dormir, pensaba si algún día volveré a mi barrio, si lo reconoceré y si sus calles me serán extrañas.
