de un día para otro aparecieron dos botellas de ron de caldas en el trabajo, el ron que menos plata gasta en publicidad porque todo el mundo esta convencido que es el mejor de colombia, el viernes una botella desapareció lentamente luego de mezclarla con canada-dry y hielo, mientras terminaba de leer una escabrosa crónica mesianica desapareció una media de ron comprada en la tienda que atienden cuatro viejitas, antes de medio día había hablado con salida, mientras almorzaba con la juli, después de leer la crónica con sullen, estaba muy preocupado, se me habían perdido los diptongos y los triptongos, dirigí mis pasos a carlos e, buscaba a amarilla la prima de ana, quería comer torta y hablar un rato, compre una cerveza en el mismo sitio donde orine acompañado, me senté en una manguita a hablar con molly, a lo lejos vi a amarilla y buen abrazo nos dimos, no tenia tortas pero si ganas de rumba, me pareció una buena alternativa, otra cerveza, llamar a ana, descubrir que tengo un doble conocido como chipi, saludar a d la amiga de amarilla, después una caja de vino y un pitillo, en la escala de perfección ingenieril, los que se creen más perfectos son los químicos, seguidos de cerca por los forestales y civiles, los de sistemas no nos creemos perfectos porque somos consientes de nuestra perfección, g un primo de amarilla propuso el tibirí como destino final, el tibirí es un sótano mal iluminado que huele a sudor y humo, donde suena salsa y solo salsa, no me requisaron a la entrada, la pista de baile me esperaba (esperaba que no hiciera el ridículo), intente bailar, en la escala del uno al diez soy un seis, paso raspando, a la salida nadie pidió plata, nadie reviso cuentas, charlie parker estaba descansando, buscar un taxi, acompañe a d y amarilla, seguir a mi casa, dormir-despertarme y nadie en casa, desayunar lo mismo de siempre, tomar mucha agua y ver cualquier cosa que distrajera la sensación de mareito que tenia, bañarme a la una, llegar al trabajo, jugar con bases de datos y pensar en comer algo, salir a las cinco muerto del hambre, comer rápido para encontrarme con mi primo y su flaca a las siete, acompañarlos a comer y comprar un litro de ron, tomar dos vasos mientras esperábamos que pasaran los minutos para ir al standup de zape-pelele, sentarnos en una mesita a un metro veinte del suelo en templo antonia, pedir algo de tomar y descubrir que los datafonos no servían, reírme mucho con esos manes, dos horas de pendejadas, nada muy original, pero igual me reí, oír nuevamente el gato volador y los cuentos de la cripta, buscar un cajero en la merdé para pagar la cuenta, abandonar el sitio y llegar al centro de operaciones, me encontré con el espécimen conocido como guaro, antiguo compañero del colegio y carlos alias el holandés, estos dos manes conocen el cincuenta por ciento de las viejas de medallo y nunca los veo acompañados, claro que al holandés le conocí novia, planear una salida con fredy donde se tomara mucho vino y talvéz se fume lucky, hacer de taxi e intentar dormir, el domingo arreglar el desorden del sábado en el trabajo, almorzar a las cuatro una hamburguesa gigante de presto, volver a casa cansadísimo, leer y terminar viendo nothing hill. darle muchas vueltas a la cama, me quita el sueño la cama caliente, pensar sobre que voy a escribir y gastarme el premio del baloto, solución contar de cien a cero, creo que llegue a treintayocho.
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