viernes, enero 26, 2007

301

desde que trabajo en la 304 es frecuente escuchar a diferentes horas del día en la oficina vecina, un grupo de personas que corea himnos de alegría, unión y compañerismo, la oficina en cuestión no tiene en su puerta ningún tipo de logotipo, nombre ni nada que la identifique, solo se ve solitario el numero 301.
algunas veces en la mañana se ve mucha gente haciendo fila para entrar, la fila se compone en su mayoría por las personas que uno se imagina responden al clasificado que dice:
"importante multinacional busca abrir nuevas sedes en territorio antioqueño, por lo tanto estamos buscando personas activas y comprometidas, para todos los niveles de la organización, importante tener aspiraciones salariales superiores a 2.000.000"

después de pensar mucho llegue a la siguiente conclusión: los que trabajan allí son los que llaman a cualquier hora del día y con una voz muy llena de energía lo saludan a uno por el primer nombre anteponiéndole un don (don Alejandro buenos días) y luego intentan venderle a uno un  curso buenísimo de ingles, garantizao que en seis meses uno va a aprender ingles como si hubiera nacido en nebraska, por la módica suma de tres millones de pesos el semestre y con profesores traídos directamente desde puerto rico.

lo que no he podido entender es que tanto gritan y corean y las mesas que mueven y las cosas que golpean contra el piso, que si fuera un poco paranoico podría asegurar que suenan como fusiles contra el piso y que lo que corean son canticos de trote y hasta casi casi oigo el tono imperativo que de un sargento al gritar: mediaaaaa vuel.

en fin, creo que mejor me alejo de ellos, prefiero subir y bajar por las escaleras a correr el riesgo de ser acorralado en el ascensor mientras me intentan vender un curso de ingles o ser invitado a unirme a las filas de un grupo subversivo en formación.

2 comentarios:

  1. me trajo recuerdos de cuando trabajaba en uno de esos lugares donde venden cursos de inglés, dando las tutorías del dicho curso. Abajo se reunían los vendedores a hacer esas cosas que hacen los vendedores cuando no venden. Los estudiantes se asustaban y preguntaban si era que había una "iglesia" o culto en el piso de abajo.

    Nosotros nos sonreíamos y les decíamos que Sí.

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  2. Anónimo1:34 p. m.

    jajaja, yo fui militante de ese ejército. Por dos meses.

    El secreto para hacerles el quite: ellos le van a intentar cerrar lo que llaman "puertas de salida". le hacen unas preguntas para que si responde a todo que si, luego no se eche para atrás y quede acorralado como un ratoncito. La primera generalmente será: "Considera que su nivel de inglés es excelente?" Diga que si, y ya. Chao pescao.

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