viernes, enero 05, 2007

el don de la paciencia

En el cambio de año decidí atender el llamado de la paciencia, moverme lento casi sin respirar, como si fuera yoga, como si el movimiento fuera superfluo. La paciencia además de ayudarme a sudar me ha ayudado a no irme lanza en ristre contra el mundo, a bailar mientras los carros no se mueven durante horas, a quedarme callado ante la rabia ajena, a comerme los kilometros como si fuera una maratón, la paciencia es buena.

Feliz año lectores.

2 comentarios:

  1. Anónimo11:20 p. m.

    Feliz año, leído.

    Voy a su tierra del 10 al 17. Se reciben propuestas.

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