jueves, marzo 29, 2007

wedgehead takes sapzurro

el miércoles unas veinticuatro ronchas cubrían un área de muñeca no superior a los 10 centímetros cuadrados, supongo que el toldillo se doblo sobre el área en cuestión y los mosquitos no perdonaron, volvimos a desayunar en el hotel, y con el afán que nos caracterizo durante todo este viaje, dijimos que no íbamos a caminar por ahí, nos íbamos a quedar en la playa nos íbamos a meter al mar a ver los corales y mas na'.

después del desayuno volvimos al cuarto, a dormir a leer, a sudar, a consentirnos, a darnos besos y a comernos sin pereza pero con calma, como a las dos salimos a almorzar algo y a caretiar, dejamos las cosas en la arena, para que el par de cachorritos que habia las cuidará y sin mucho preámbulo nos metimos al mar,  los primeros metros fuimos despacio, mientras bea le cogía el ritmo al snorkel y la careta, no había mucho para ver, unas algas verdes a un par de metros de la superficie, decidimos acercarnos a la costa por donde están las rocas, pero nada, ya desilusionados, nos devolvíamos, cuando vimos unos corales que alguna vez tuvieron mas color, pero que no dejaban de ser corales y a los pescados les gusta el coral, es un hecho, le dimos muchas vueltas, perseguimos pescados, y nos agarrábamos la nalga sin pudor, volvimos a la playa, nos secamos el mar y nos quedamos ahí, tomando cerveza, viendo el mar, dándonos besos y esperando el atardecer.

nos tomamos muchas fotos en ráfaga, haciendo muecas, parecíamos haciendo una película animada cuadro a cuadro, mas cerveza, mas besos, mas libros, en esa tarde termine de leer las revistas que había llevado, jugué un rato con la cámara quitandole el flash y ajustando el foco, la exposición y el balance de blancos manualmente, de un momento a otro se oscureció, pagamos las cervezas, bea compro un montón de rosquitas y nos fuimos a bañar y a calmar las cervezas y el mar que teniamos en los ojos.

por la noche, no quisimos sentarnos al frente del hotel, entonces nos fuimos para el muelle, iluminados por las estrellas, hablamos y nos reímos y nos tomamos un montón de ginebras,  nos quedamos ahí hasta que el pueblo se quedo callado, wedgehead aprovecho un descuido y se tomo sapzurro, los policias no tuvieron oportunidad, volvimos al hotel y de falta de sueño prendimos el televisor y nos vimos wedding crashers en hbo, mas tarde practique el turbo boat.

2 comentarios:

  1. Anónimo2:51 p. m.

    Esto fue de lo más rico del paseo, la caretiada agarrados de la mano. NO contaste la bola de voleyball que nos encontramos en la mitad del mar y que juramos que era Wilson...
    Esa noche peliamos y te bajaste de la hamaca en la que estabamos viendo TV porque no me dejabas rascarme mis ronchas...

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  2. soy un convencido de que rascarse atrae mas mosquitos y yo ya había tenido suficientes.

    Turbo BOAT brbrbrbrbrbr

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