la macarena naty marce v y yo, restaurante de comida árabe atendido por su propietario y de verdad que me podría enviciar a los sanduches y al tahine, caminar por el planetario, entrar al mercado de las pulgas del MamBo, ver mucho libros y música y cosas impensables e inenarrables, seguir caminando por el centro, encontrarnos con turo cerca del museo del oro, caminar por la Jiménez, ver bailar tango y desaparecer como buenos colombianos justo antes de que el sombrero solicitaba la colaboración reglamentaria, la estatua humana que estaba justo donde mataron a Gaitán nos saludo al pasar, seguir hasta la plaza de bolívar, pero no había palomas para asustar, estaban muy ocupadas en los aleros de la catedral cagandose en los feligreses, foto que justifica el titulo del post, entrar a la catedral para ver cual era el tumulto, varios gases de origen desconocido, ambiente húmedo y caliente, unas oraciones de fondo y mucha gente, ni idea como harán los musulmanes del mundo en su peregrinación a la meca, ver el colegio de san Bartolomé y la casa de Nariño, subir hasta el chorro de Quevedo, bajar por la calle estrecha y volver hasta la plaza buscando algo de comida en la puerta falsa, lugar que despedía un tufillo a tamal y calor de gente, pero que estaba lleno, leo no se pudo sumar a esta caminata por eventos familiares que se lo impidieron, un taxi nos dejo en la casa, donde el aburrimiento nos llevo a jugar boogle, naty se fue a dormir, marce se fue para su casa, casi a las once naty despertó y turo nos convenció de salir a buscar alcohol y música, el chango fue el sitio, poca gente, cócteles pague dos lleve tres no cover, en algún momento salió el tema del servicio militar y como buenos reservistas traumatizados turo y yo dimos cátedra al respecto, pedir heyya y sollarmela como siempre, una patada de chango (cóctel elegido de la noche) no me hizo nada muy visible y eso que me la tome rapidísimo, volver a la casa, turo amaneció en la cama de v muy juicioso él conversándole y contándole mas anécdotas castrenses, yo amanecí con los hombros menos cansados que ayer.
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