yo no creí que fuera algo tan masivo, hasta que en los últimos meses en todas partes me encuentro gente con su cámara digital, tomando fotos por tomarlas, que tiene de memorable tomarle fotos a los mismos tres peludos con los que estas cada fin de semana en la misma parte, como si fuera la mejor cosa del mundo, ni siquiera para ocasiones especiales, no, el solo hecho de haberle sacado la cámara a la mamá y disparar como idiotas a cuanto vaso vació y amigo lagañoso se atraviese lo hace el pasatiempo del momento, aquellos viejos tiempos donde la idea de botar una foto era sacrilegio y cada imagen debía ser significativa, para que después del revelado uno se encontrara con las fotos movidas, los ojos rojos y la mejor imagen velada por problemas de luz, ahora se revisa en el visor y si no gusta lo que quedo en ceros y unos, se borra, se reagrupa y se vuelve a disparar, ya es normal encontrarse gente dentro de un bar tomando fotos a la una de la mañana, matando las pocas neuronas activas con un flash que te deja ciego el resto de la canción, todo esto para poner las fotos en algún sitio publico y que cualquiera con el gen voyerista pueda ver como se ven personas desconocidas tras largas horas de libaciones. Por favor guarde su cámara digital o la de su mamá y saquela para cosas que valgan la pena, como la foto del perrito montando el peluche de su hermana, el tío bailando con un maniquí en la ultima fiesta familiar, o la despedida de la prima que se va de puta a Taiwán
Generalmente apoyo muchas de las iniciativas amargosas que la gente propone, pero ésta sí es muy amarga...
ResponderBorrarett: El Tio Rojo