jueves, marzo 10, 2005

anestesia

me dolía, sentía que me iba a romper, nunca había pasado antes, fui a la EPS, después de que el primer medico recomendara la visita a un urólogo, tuve que ir a un medico evaluador, que decidiría si lo que tenia si ameritaba la visita a un especialista, luego al urólogo, urestroscopia fue el examen formulado, hasta ese momento ya tres personas me habían manoseado y preguntado sobre mi vida sexual, desde cuando me dolía y si solo me dolía durante el acto, el mismo urólogo haría el examen, llegue a la cita cinco minutos antes, el medico me mando a la farmacia por una jeringa y una aguja, yo era inocente y no sabia para que podría querer la aguja, era para aplicarme anestesia local, descubrió el capullo y aplico la anestesia en la región balano-prepucial (ahí donde comienza el prepucio), no me dolió la verdad, pero la experiencia de ver una aguja acercarse a esa zona y el examen en general son cosas que no se me olvidaran, pero lo mejor fue lo que ocurrió después del examen, me vestí y fui a trabajar, descubrí que ahora él tenia vida propia, parecía un borracho dormido en la mesa de un bar rodeado por botellas vacías, estaba dormido y de un momento a otro se levantaba con furia, miraba a todos lados y gritaba algo incoherente, luego volvía a caer como muerto a la mesa, en ese ciclo extraño y perturbador estuvo el resto de la tarde.

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