martes, septiembre 21, 2004

De lo desagradable y la cera de oídos

Hay una serie de elementos, que me causan un sentimiento de desagrado, algunos los encuentro repulsivos, otros poco menos que tolerables, entre ellos destaco, la siguiente lista: (advertencia, las imágenes que pueden provocar los siguientes textos, son responsabilidad de cada lector)

Los palillos, aunque la sensación que producen no es desagradable del todo, incluso el sabor a madera, alcanza a actuar similar a como lo hace un café o un té después de una agradable comida, el efecto estético que genera si es desagradable, no me interesa deducir que tipo de carne se ha comido, analizando el ñerbito que queda enredado en su afilada punta, es peor aun si la punta del palillo solo trae un pequeño punto rojo.

Bolsas partidas en tiritas, no sé que tan extendido esté este otro suplemento para una correcta higiene oral, yo no tengo el gusto de haber visto pelos como seda dental, pero si he visto como algunas personas cortan una bolsita plástica del éxito la estiran y proceden a masajear sus encías, con los mismo resultados de ñerbito enredado y algunas veces hilillo rojo que atraviesa la triste tira plástica.

Pelos en una peinilla, si alguna vez han visto un cepillo de esos grandes, que simulan ellos mismos, un afro gigante sabrán a que me refiero, el uso continuo de este tipo de cepillo hace que cada vez pese mas y más, si lo usan varias personas, se puede distinguir el palo cano de la anciana que lo usa en las noches, el pelo teñido de quien lo usa en las mañanas, el pelo crespo de la prima que lo usa sin permiso, alguien limpia estos cepillos? O cuando ya no peinan porque no les cabe mas pelo son reemplazados por un modelo que todavía no tenga pelos enredados? En el caso de una peinilla o peine de dientes separados porque demonios también se enredan pelos allí, si se supone que están diseñados para evitar que se enreden.

La cosa blanca en los cepillos de dientes, todas la hemos visto, no importa que tan sofisticado sea el cepillo, después de unos días en la base de las cerdas se forma una placa blanca, dura, sin olor aparente, que puede permanecer allí durante toda la vida útil del cepillo, cuna de microbios y cualquier otra cantidad de cosas que pueda crecer en un ambiente tan propicio, y sin ningún recato, todos los días nos pasamos esta cosa blanca por todos y cada unos de los dientes.

La mugre en la uña del dedo gordo, por si no lo sabían, esta mugre huele y huele feo, es una mugre camaleón, que cambia dependiendo del color de las ultimas medias, o del zapato que se uso, de donde proviene, para mi es un misterio, cuando lo saco, parece una mezcla de piel, con lanas de media y polvo de la calle, que se comprime y humedece con el andar diario.

Los pelos de los dedos, tanto en los pies como en las manos, no cumplen función alguna, no protegen de nada, de vez en cuando se enredan con algún llavero y duelen, menos mal no crecen mucho porque me parecería muy miedoso, verlos rodeando un dedo o a alguien peinándolos juiciosamente.

Los pelos de los oídos, otro ejemplo de pelo inoficioso, casi siempre se ven en la tercera edad, pero no falta el muchacho con genes de hombre lobo que los ostenta desde la adolescencia y los depila de vez en cuando, alguna mujer se imagina dando un beso en la oreja y encontrarse con uno o varios folículos pilosos, luchando por salir del anonimato?

Los pelos de la nariz, porque diantre los pelos que no me gustan salen casi todos, en sitios oscuros, acaso la oscuridad es requisito previo para la proliferación pilosa?, Las técnicas necesarias para cortarlos requieren habilidad de cirujano y un par de tijeritas de esas que se doblan y se convierten en un llavero, pero lo peor que puede pasar con estos pelos es intentar sacar un moco (no discuto métodos, cada cual sabrá) y arrancar el consabido moco, pero el moco como venganza se enreda en uno de estos pelos, como resultado, resbala una lagrima por el cachete y una mueca de dolor se apodera de la cara del desafortunado cazador.

Las motas en el ombligo, vienen de las cobijas? De la piyama? Porque aparecen todos los días? Huelen a algo? A que huele su ombligo? Hace cuanto no revisa su ombligo? Será que algún día me decidiré a hacer una gran bola con las motas?

Cortaúñas, el sonido que producen es similar al de las uñas sobre un tablero, o morder un pedazo de lana barata, ese clic que retumba, sobre todo si no sos vos el que esta maniobrando el instrumento, este adminículo creo que fue inventado inicialmente como elemento de tortura, las maniobras que hay que realizar para cortar una uña enterrada ó cortar el uñero que se esconde con timidez, son propias de contorsionista de circo ruso.

Maquina de afeitar, los recortes de pelo que quedan amalgamados con los restos de espuma, (tengo que decir mas?)

Pelos en el jabón, si usted encuentra un pelo en su jabón, lo quita como si nada? Porque estos pelos casi siempre son gruesos y crespos? Si el pelo es suyo, lo deja de sorpresa para la siguiente persona que se bañe? No tanto lo desagradable, pero evoca imágenes de sitios peludos siendo frotados con ese mismo jabón que esta en sus manos.

Los billetes, el tiempo de vida de un billete de mil pesos es de cuatro meses, examinen el próximo billete de mil que caiga en sus manos, mírenlo detenidamente, de donde saco todas esas arrugas? manchas? colores? olores? telefonos? sumas? una de las cosas más cochinas del mundo,

El tubo de los buses, el metro y transmilenios, seis de la mañana, el proletariado en pleno se dirige a trabajar, afuera llueve, las ventanas están cerradas, se siente un ambiente de humedad concentrada, y el tubo se percibe resbaloso, gassss, misma escena seis de las tardes, ya la gente no huele a agüita fresca, no, ya huele a día de trabajo, sudor, cansancio, hambre, un señor estornuda y para el esputo con la mano, la cual lleva a continuación al tubo mas cercano, gassss

Las sillas de los taxis, no hablo de los buses, ni del metro, porque casi siempre son plásticas y espero que las limpien a menudo, pero las de los taxis son de telita, una telita amarilla, con manchas indefinidas, donde miles de traseros sudados, mojados y peludos se han sentado, miles de peos, disimulados con tocesitas, una o dos emergencias sanitarias que han parado en pequeños goteos en esta telita amarilla, ahora imaginase la silla del taxista barrigón y sudoroso que ocasionalmente usted aborda, por favor sentémonos en la silla de atrás, que si esta de buenas, puede que solo haya soportado uno o dos encuentros sexuales y otros tantos vómitos.

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